¿Trabajar por dinero o por vocación?

trabajar por dinero

Dicen que no hay mayor placer en la vida que trabajar en lo que a uno le gusta, independientemente del sector y actividad que sea. También dicen que trabajar por dinero es un concepto que se ha quedado desfasado, que limita y que bloquea nuestro crecimiento personal y profesional.

Si hiciéramos una encuesta, ¿Qué resultados crees que obtendríamos?, ¿Estará la mayoría de la sociedad trabajando en aquello que más querían?, ¿O estarán simplemente acudiendo a un puesto de trabajo que les proporciona un salario para seguir adelante?

Hoy vamos a centrarnos en este aspecto, en la posibilidad de trabajar en aquello que te gusta y cuáles son los motivos que te impiden llevarlo a la práctica. Veremos también por qué trabajar por dinero no es en absoluto un concepto desfasado e incluso resulta necesario.

¿Qué significa trabajar por dinero?

Analicemos bien esta cuestión, valoremos todos los condicionantes que influyen en ella y determinemos su verdadero sentido. Recuerda que vives en una sociedad que ha evolucionado exponencialmente a niveles nunca vistos, en todos los sentidos.

Sin embargo, la necesidad de trabajar sigue imperando si quieres disfrutar después de ciertos servicios, propiedades y placeres de la vida. Realizamos una actividad profesional a cambio de un salario que nos permite seguir adelante, ¿Cierto?

Según el tipo de trabajo, tus habilidades, experiencia, suerte, ubicación, edad y estudios, podrás acceder a un determinado sector profesional u otro, a puestos más destacados y mayores o menores responsabilidades. No obstante, seguirás ejerciendo una actividad a cambo de un jornal, sea mayor o menor.

Hay empleados y empleadores, igual que en el pasado. La diferencia es que ahora vives en un mundo interconectado, inmediato y con una capacidad por generar nuevas ideas y vías de negocio sorprendentes. Pero sigues moviéndote por el dinero.

Los hay que trabajan para un tercero y los hay que emprenden sus proyectos a fin de conseguir mayores beneficios y ventajas, lo que conlleva también una mayor predisposición a arriesgar su patrimonio, adquirir mayores responsabilidades y exponerse a perderlo si no sale como uno espera.

Entonces, ¿Crees que trabajar por dinero y hacerlo con o sin vocación son elementos que van relacionados?, ¿Debemos recurrir al emprendimiento para así alcanzar la felicidad? Hay ocasiones en las que muchos conceptos se confunden con otros, haciendo que perdamos el sentido de lo que es verdaderamente importante: tú.

Camino al emprendimiento; ¿Base de la felicidad?

Si miramos a nuestro alrededor veremos cómo la mayoría de motivaciones pasan por el emprendimiento, por dejar de depender de un jefe para centrarnos en nuestras aspiraciones, en trabajar en algo que nos apasione y así dejar de trabajar para que otros alcancen sus propias metas.

Sin embargo, no se contempla la opción del fracaso, necesaria para adquirir experiencia. Tampoco se valora la situación personal de cada uno ni las condiciones, posibilidades o preferencias. Se nos recomienda romper nuestro contrato de trabajo y lanzarnos a emprender, posiblemente sin más argumentos que la falsa promesa de alcanzar la famosa libertad financiera.

Es raro encontrar una recomendación que valore realmente tu situación a nivel particular, que te recomiende tratar de corregir los aspectos negativos de tu actual trabajo y te motive a seguir creciendo en la empresa o buscar alternativa. Sin necesidad de dejarlo todo para salir en busca de tus sueños.

Quizá tu sueño sea sentirte valorado donde estás, crecer dentro, asumir responsabilidades o encontrar una oferta de trabajo similar que te permita ganar más dinero o tiempo libre para pasarlo en familia, sin tener que arriesgar todo o hipotecarte a fin de conseguir no tener jefes. ¡Siempre vas a tener jefes! Si no es una persona, será un banco o el propio cliente.

La felicidad pasa por ti, depende de ti y no puede estar limitada ni vinculada a tu entorno profesional. Si no te gusta donde estás, muévete, pero no necesariamente hacia donde otros te señalan con el dedo.

Trabajas por dinero, ahora haz que te guste

Nadie trabaja gratis, al menos nadie que se precie a valorar su tiempo y experiencia. El objetivo es conseguir hacerlo en algo que te guste, mientras ganas dinero. Y sí, cuanto más, mejor. Vives en una sociedad en la que necesitas pagar recibos, comida y servicios, si no ganas dinero es probable que aquello que llamas trabajo realmente sea un hobby.

Con esto queremos hacerte ver que tu progresión profesional es un aspecto fundamental, al igual que tus preferencias y metas establecidas, sin embargo, no debes dejarte llevar por las tendencias del emprendimiento ni las modas que generan algunos.

Puede que seas más feliz haciendo las tareas para un tercero y sintiéndote valorado, con tiempo libre y un salario más que suficiente. Puede que prefieras salir a la aventura y lanzar tu negocio propio, pero sea como fuere, esta decisión depende única y exclusivamente de ti, de lo que realmente tú persigas, no de las oportunidades de negocio.

Si no te gusta, vete. Si te sientes limitado y crees que ahí no es, busca alternativas, pero búscalas todas, no lo condiciones a arriesgarlo todo a cambio de una falsa y genérica promesa de que tu felicidad depende de vincularte al emprendimiento o a un modelo de negocio que solo habla de rentabilidad.

Hay oportunidades que pueden ser muy rentables, ofertas que te hagan ganar mucho más dinero del que imaginas, sin embargo, si no te gusta lo que vas a hacer y sabes que terminarás aborreciéndolo, ¿Crees que merece la pena?, ¿Leíste la letra pequeña? Quizá pierdas el tiempo y tu energía en algo que no aporte nada más que dinero.

Y es precisamente aquí cuando debes entrar a valorar todos los demás aspectos que existen además del económico, así es como uno llega a trabajar feliz y contento, con alegría y la satisfacción de que está donde quería estar. Y tú, ¿Has valorado ya lo que vas a hacer?

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